Traduco la parte finale dell’articolo di Leonardo Boff “Un diseño ecológico para la democracia”, che mi pare estremamente interessante. Più sotto la riproduzione di tutto l’articolo completo nella sua versione originale in spagnolo.
…….”Esiste anche la DEMOCRAZIA COMUNITARIA, che è caratteristica nei popoli originari dell’America Latina, poco conosciuta e riconosciuta dagli analisti. Nasce dalla struttura comunitaria delle culture originarie dal nord al sud di ABYA YALA (nome indigeno dell’America Latina). La DEMOCRAZIA COMUNITARIA cerca di realizzare il “vivere bene”, che non è il nostro “vivere meglio”, che implica il fatto che molti vivano peggio. Il “vivere bene” è la ricerca permanente dell’equilibrio per mezzo della partecipazione di tutti, equilibrio tra l’uomo e la donna, tra essere umano e natura, equilibrio tra produzione e consumo nella prospettiva di una economia del sufficiente e del decente e non della accumulazione.
Il “vivere bene” implica una superazione dell’ antropocentrismo: non è solo l’armonia con gli uomini, ma anche con le energie della Terra, del Sole, delle montagne, delle acque e delle foreste. Si tratta di una democrazia socio cosmica, dove tutti gli elementi si considerano portatori di vita e per questo inclusi nella comunità, rispettando i loro diritti.
Per ultimo, stiamo camminando verso una SUPERDEMOCRAZIA PLANETARIA. Alcuni analisti come Jacques Attali (Breve storia del futuro, 2008) immaginano che sarà la alternativa salvifica di fronte a un SUPERCONFLITTO che potrebbe, lasciato al suo libero corso, distruggere l’umanità. Questa SUPERDEMOCRAZIA parte da una coscienza collettiva che si rende conto della unicità della famiglia umana e che il pianeta Terra, piccolo, con scarse risorse, super popolato e minacciato dal cambio climatico, obbligherà i popoli a stabilire strategie politiche globali per garantire la vita di tutti e le condizioni ecologiche della Terra.
Questa SUPERDEMOCRAZIA PLANETARIA non annulla le differenti tradizioni democratiche, ma le rende complementari. Ciò si raggiunge più facilmente mediante il bioregionalismo. Si tratta di un nuovo disegno ecologico, cioè di un’altra forma di organizzare la relazione con la natura a partire dagli ecosistemi regionali. Al contrario della globalizzazione uniformante, valorizza le differenze e rispetta le singolarità di ciascuna regione, con la propria cultura locale, rendendo più facili il rispetto dei cicli della natura e l’armonia con la Madre Terra. Dobbiamo pregare perché questo tipo di democrazia trionfi; se non succede, assolutamente non sappiamo verso dove saremo portati.
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=387
Un diseño ecológico para la democracia
2010-07-02
La democracia es seguramente el más alto ideal que históricamente ha elaborado la convivencia social. El principio que subyace a la democracia es: «lo que interesa a todos debe poder ser pensado y decidido por todos».
Tiene muchas formas: la directa, como es vivida en Suiza, donde toda la población participa en las decisiones vía plebiscito.
La representativa, en la cual las sociedades más complejas eligen delegados que, en nombre de todos, discuten y toman decisiones. El gran problema actual es que la democracia representativa se muestra incapaz de reunir a las fuerzas vivas de una sociedad compleja, con sus movimientos sociales. En sociedades de gran desigualdad social, como Brasil, la democracia representativa asume características de irrealidad, cuando no de farsa. Cada cuatro o cinco años, los ciudadanos tienen la posibilidad de escoger a su «dictador» que, una vez elegido, se dedica más a hacer una política palaciega que a establecer una relación orgánica con las fuerzas sociales.
La democracia participativa que significa un avance respecto a la representativa. Fuerzas organizadas, como los grandes sindicatos, los movimientos sociales por la tierra, la vivienda, salud, educación, derechos humanos, ambientalistas y otros han crecido de tal manera que se constituyen como base de la democracia participativa: El Estado se obliga a oír y a discutir con tales fuerzas las decisiones a tomar. Se está se imponiendo por todas partes especialmente en América Latina.
Está también la democracia comunitaria que es característica de los pueblos originarios de América Latina, poco conocida y reconocida por los analistas. Nace de la estructura comunitaria de las culturas originarias de norte a sur de Abya Yala (nombre indígena para América Latina). Ella busca realizar el « vivir bien» que no es nuestro «vivir mejor» que implica que muchos vivan peor. El «vivir bien» es la búsqueda permanente del equilibrio mediante la participación de todos, equilibrio entre hombre y mujer, entre ser humano y naturaleza, equilibrio entre la producción y el consumo en la perspectiva de una economía de lo suficiente y de lo decente y no de la acumulación.
El «vivir bien» implica una superación del antropocentrismo: no es sólo la armonía con los humanos, sino con las energías de la Tierra, del Sol, de las montañas, de las aguas, de las selvas y con Dios. Se trata de una democracia sociocósmica, donde todos los elementos se consideran portadores de vida y por eso incluidos en la comunidad, respetando sus derechos.
Por último, estamos caminando hacia una superdemocracia planetaria. Algunos analistas como Jacques Attali (Breve historia del futuro, 2008) imaginan que será la alternativa salvadora ante un superconflicto que podría, dejado a su libre curso, destruir la humanidad.
Esta superdemocracia parte de una conciencia colectiva que se da cuenta de la unicidad de la familia humana y de que el planeta Tierra, pequeño, con recursos escasos, superpoblado y amenazado por el cambio climático, obligará a los pueblos a establecer estrategias políticas globales para garantizar la vida de todos y las condiciones ecológicas de la Tierra.
Esta superdemocracia planetaria no anula las distintas tradiciones democráticas, sino que las hace complementarias. Esto se consigue mejor mediante el biorregionalismo. Se trata de un nuevo diseño ecológico, es decir, de otra forma de organizar la relación con la naturaleza a partir de los ecosistemas regionales. Al contrario de la globalización uniformadora, valora las diferencias y respeta las singularidades de cada región, con su cultura local, haciendo más fácil el respeto a los ciclos de la naturaleza y la armonía con la Madre Tierra. Tenemos que rezar para que este tipo de democracia triunfe; si no lo hace, no sabemos en absoluto hacia donde seremos llevados.
Leonardo Boff
guardare i tuoi quadri è come fare un bagno alla fonte!
Grazie