En Italia tenemos una forma tradicional de pintar el encarnado de las figuras, aquella de Giotto, que nos ha sido transmitida en detalles por Cennino Cennini en su célebre obra “El libro del arte” . Para pintar y darle color a una cara juvenil “colorir e incarnare viso giovanile” escribe el Cennini en italiano antiguo, hay que iniciar, como color de fondo con el “VERDACCIO” (“Togli quanto una fava d’ocria scura….. mettila nel detto tuo vasellino, e togli un poco di nero, quanto fusse una lente; mescola colla detta ocria. Togli un poco di bianco sangiovanni, quanto una terza fava; togli quanto una punta di coltellino di cinabrese chiara; mescola con li predetti i colori tutti insieme….e da’ col tuo pennello a poco a poco, squasi asciutto, di questo colore, che si chiama a Firenze verdaccio, a Siena bazzèo”).
Prácticamente, traduciendo este párrafo se entiende que el VERDACCIO es una mezcla de OCRE, BLANCO y NEGRO… con una mínima puntita de ROJO CINABRESE que es una tierra roja.
Son esencialmente los cuatro colores con que Plinio el Viejo nos dice que Apeles creó su maravillosa pintura, y que se usaban esencialmente en la Pintura de la antigua Grecia, y de la que tenemos solamente un pálido testimonio en los retratos de Fayum. Estos cuatro colores eran: OCRE, TIERRA ROJA, BLANCO Y NEGRO
Con estos cuatro colores se pueden conseguir TODAS las variaciones cromáticas de una PINTURA DE COLOR.
Lo que significa que los colores “primarios” los obtendremos respectivamente así: el ROJO es la misma TIERRA ROJA; el AMARILLO es el mismo OCRE, quizás con un poco de BLANCO; y el AZUL se obtiene mezclando el BLANCO con un poco de NEGRO.
La paleta obviamente no resulta de colores “chillantes”, pero las fuerzas pictóricas se obtienen con un uso adecuado de estos cuatro colores, pues uno de los conceptos básicos de la GRANDE PINTURA es que los grandes PINTORES COLORISTAS usan pocos colores.
Así pintaba el grande COLORISTA LATINOAMERICANO José Clemente Orozco.
Los colores “secundarios” los obtendremos así: el ANARANJADO mezclando TIERRA ROJA con OCRE; el VERDE mezclando OCRE CON NEGRO Y BLANCO; el VIOLETA o PURPURA mezclando TIERRA ROJA, BLANCO Y NEGRO.
Por lo tanto podemos conseguir TODOS los colores FRIOS y CALIDOS, SECUNDARIOS y COMPLEMENTARIOS…fundamentales para la PINTURA DE COLOR.
Volviendo al VERDACCIO de Giotto, descrito por Cennino Cennini… fue la “base de inicio” por ejemplo de un RETRATO… y sobre esta base se iniciaba a dar las luces y el color con la TIERRA ROJA y BLANCO.
Prácticamente se trabajaba en COMPLEMENTARIOS y CALIDOS/FRIOS, donde el CALIDO era el VERDACCIO y el FRIO era el ROJO/ROSADO/BIANCO. Las sombras de “verdaccio” eran entonces las famosas “SOMBRAS COLORADAS“… que, como se puede ver, no fueron inventadas por “los IMPRESIONISTAS“, sino que han existido desde la antigüedad griega.
Este “modus operandi” siempre ha sido aplicado por los coloristas, no solamente con la técnica del FRESCO, sino incluso cuando el retrato se realizaba al oleo o tempera, con modelo viviente. Sólo que a veces, en particulares condiciones de luz natural, la sombra VERDE podía tendencialmente ir hacia el AZUL (quitando amarillo hasta desaparecer) o el PURPURA (añadiendo ROJO).
Con este planteamiento general los “coloristas” han trabajado hasta hoy en día.
El problema de la pintura de color en Europa encontró un problemón cuando el pintor colorista Gauguin partió hacia las Islas del Sur, donde encontró a los nativos de la Polinesia con la tez bronceada, oscura o casi “negra”. Y allí todos los parámetros de la raza “blanca”, en la que habían sido elaboradas las teorías de la PINTURA DE COLOR, han fracasado… porque evidentemente los ROSADOS de la piel y el “VERDACCIO” de las sombras no funcionaban ya.
Gauguin trabajó con los tradicionales parámetros europeos, utilizando para los encarnados de las figuras sencillamente colores más oscuros, pero sin profundizar en el estudio del “colorir e incarnare viso giovanile ” de Giotto en las nuevas problematicas de pintar a los indígenas.
Gauguin en un cierto sentido ha resuelto el problemón creando “CAMPITURE” (áreas de color) de COLORES COMPLEMENTARIOS en los fondos de las figuras… por ejemplo figuras violeta sobre fondo amarillo , o anaranjado/ocre sobre fondo azulado o tonalidades verdes sobre purpura.
Pero el problema de color “en sí” de las razas “oscuras” esta todo por descubrir, ya sea para formular hipótesis metodológicas como lo hizo el CENNINO CENNINI en el caso de nuestra “raza blanca” (metodologías absolutamente necesarios para abordar los tiempos rapidísimos de la técnica del fresco), ya sea para abrir nuevos horizontes en la fascinante investigación de la PINTURA DE COLOR para el nuevo mundo de convivencia entre todas las razas humanas.
Es una cuestión abierta, porque no hay duda que renacerá la técnica del FRESCO TRADICIONAL, que siempre ha sido, desde las pinturas de las cuevas, “la madre de todas las técnicas de pintura”… y RENACERA sobre las cenizas de este viejo, injusto e inhumano régimen social globalizado y de su obsoleta, academica y repetitiva arte llamado ambiguamente “arte contemporáneo“.