Hospital Carlos Roberto Huembés, Managua
(Policía Nacional)
Entrega oficial del retrato de Carlos Roberto Huembés

por Sergio Michilini, pintor nicaragüense

Muy buenos días a todas y todos los presentes.

Agradezco la oportunidad al Comisionado General y Director Dr. Julio Cesar Paladino Roiz y al Comisionado Mayor y Sub-Director Dr. Larry David Úbeda Aguilar de entregar oficialmente hoy el retrato del Compañero Mártir Carlos Roberto Huembés Ramírez, cuya dedicación y lealtad por la causa de la Revolución Popular Sandinista llevó a dar nombre a este hermoso Hospital Escuela, desde su fundación por parte del Ministerio del Interior dirigido por el compañero Comandante Tomás Borge Martínez, y que hoy en día nos brinda en su memoria la atención médica con tanta ética, compañerismo y solidaridad.

Sergio Michilini, “Carlos Roberto Huembés Ramírez con fondo dorado”, 2016, óleo sobre tela, cm.97×70

Orgullosamente señalamos este hermoso acto como la continuación de la colaboración fraternal con nuestra Policía Nacional, iniciada ya desde muchos años con la restauración de los legendarios murales de la Brigada Panameña Felicia Santizo y la realización del grande logotipo del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en la Academia Walter Mendoza Martínez.

Muchos como yo sabíamos muy poco de la vida y trayectoria del compañero Carlos Roberto Huembes y la oportunidad de pintar su retrato ha sido la ocasión de estudiar, profundizar y conocer más de nuestros tiempos, vivencias, experiencias y luchas, pues somos casi coetáneos (yo un poquito más viejo, de tres años) y vivimos casi las mismas inquietudes, sueños, proyectos, ideales y utopías, aunque estando en los dos lados opuestos del Atlántico.

Carlos Roberto Huembés tenía 25 años cuando fue asesinado por la guardia somocista la noche del 7 de noviembre de 1976. Tras sostener una reunión clandestina con otros compañeros, se dirigía a una casa de seguridad ubicada en el reparto El Dorado, en Managua, cuando fue detectado y acribillado en el acto.

Como estudiante de Medicina fue un destacado dirigente revolucionario y, luego en la clandestinidad, uno de los mejores cuadros del FSLN, luchando junto a héroes y mártires como Pedro Arauz, Iván Montenegro, Carlos Núñez Téllez, Oscar Turcios, Ricardo Morales y Eduardo Contreras. Además de aportar en el fortalecimiento organizativo entre los sectores obreros, estudiantiles y el movimiento cristiano, fue un activo promotor de círculos de estudios políticos y de trabajo ideológico para crear las bases teóricas de la Revolución Popular Sandinista.

Sergio Michilini, “Carlos Roberto Huembés Ramírez con fondo dorado”, DETALLE

He encontrado solamente dos fotografías de Carlos Roberto Huembés Ramírez, y muy diferentes la una de la otra, que casi parecen dos personas distintas. Pero tuve el honor de recibir al comandante guerrillero Omar Cabezas Lacayo en varias oportunidades en mi taller durante la realización de este retrato, y de escuchar sus opiniones con respecto al parecido o verosimilitud, pero además hablamos mucho de estos tiempos en el que fueron creando historia los jóvenes de los años ’60 y ’70.
Recuerdo muy bien nuestros años ’70 y los jóvenes sin miedo, atrevidos, con la mirada directa y la voluntad y las ganas de cambiarlo todo. Yo lo pinte así a Carlos Roberto Huembés a partir de las descripciones del también escritor Omar Cabezas que en su libro “La montaña es algo más que una inmensa estepa verde” dice que ”era medio hippie, andaba de caites, de camiseta, pantalones manchados, peludo”……

Al final pinté tres versiones de este retrato, y esta es la tercera versión, la más grande de tamaño y la más rica en símbolos que representan la vida y la obra de Carlos Roberto Huembés con su pueblo de Nicaragua y para toda la humanidad.

Digo “toda la humanidad” porque en Carlos Roberto Huembes se refleja un periodo histórico en que todo mundo ha sido sacudido por cambios radicales. A partir del Movimiento Estudiantil del ’68, el de los Hippies, del “Amor” y de la “Paz” (representado con los dedos índice y medio extendidos a “V” de la victoria y con la medalla de un círculo con tres líneas en su interior en el pecho), por el desarme nuclear, contra la Guerra del Vietnam y contra todas las guerras, pero también de los derechos sociales y civiles, de las mujeres, de los homosexuales, de los jóvenes, en contra del conformismo y del consumismo y el inicio de la toma de conciencia de los problemas ecológicos por la sobrevivencia del planeta y de la humanidad.

Todo esto, junto a la decepción por muchos aspectos de las revoluciones Mexicana y Rusa; ciertos aspectos novedosos de la Revolución China, como la hegemonía del campesinado y de los estudiantes; las criticas filosóficas y políticas al marxismo dogmático y mecanicista y lo nefasto de la Guerra Fría a nivel planetario, han llevado a los revolucionarios latinoamericanos de estos tiempos a buscar nuevos caminos más conformes con la idiosincrasia de nuestros pueblos y de sus caracteres específicos, a partir de los caminos trazados por los libertadores Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Bernardo O’Higgins, José de San Martín y, en Nicaragua, Augusto C. Sandino, junto a las experiencias autóctonas y revolucionarias de Cuba y del Che.

He pintado a Carlos Roberto Huembés propiamente estudiando en un grueso libro, para recordarlo no solamente como estudiante de Medicina, sino como “activo promotor de círculos de estudios políticos y de trabajo ideológico” para crear las bases teóricas específicas y apropiadas de nuestra Revolución nicaragüense.

Sergio Michilini, “Carlos Roberto Huembés Ramírez con fondo dorado”, DETALLE

También he pintado un fondo dorado y la imagen bastante estática, como para “sacralizar” este retrato. Algo como un icono bizantino, para representar la espiritualidad que ha caracterizado nuestra Revolución Popular Sandinista.

El “Papa Bueno” Juan XXIII y el Concilio Vaticano II han actuado una profunda autocritica en la Iglesia Católica, delineando la Constitución Pastoral para la iglesia hacia el nuevo milenio. Lo que en América latina se ha definido como la “Opción preferencial para los pobres” y la actuación de la “Teología de la Liberación” con sus Comunidades Eclesiales de Base.

Por primera vez, en la historia, aquí en Nicaragua hubo una Revolución triunfante no en contra de la iglesia, no a pesar de la iglesia, sino con la iglesia. Diríamos más: sin la colaboración de cristianos y marxistas nunca hubiera podido triunfar nuestra Revolución Popular Sandinista, y este hecho está plasmado en el lema “Entre cristianismo y revolución no hay contradicción”.

Este es el aporte nicaragüense para la Patria Grande latinoamericana en este nuevo milenio: lo de las revoluciones iniciadas por nuestros héroes y mártires, como nuestro hermano Carlos Roberto Huembes, que son revoluciones muy humanistas, muy espirituales, de justicia social y a la vez de libertad individual, de poesía, de cultura y de arte libres, de pensamiento libre y descolonizado, como enfatizó nuestro comandante Tomas Borge en “El arte como Herejía”, de trabajo digno, de hermandad, de solidaridad, de felicidad, de paz y de belleza, porque, como dijo Dostoievski: “La belleza salvará al mundo”!.

Esto es el mensaje que he buscado transmitir con este retrato.

Con mucho respeto tengo hoy el grato honor de entregarlo a ustedes, a las compañeras y a los compañeros del Hospital Carlos Roberto Huembes de nuestra Policía Nacional que, con mucho orgullo patriótico, como dice su Himno:
“Surgida del seno popular….
esta policía con carácter humanista….
Como faro y eterno compromiso
a los héroes caídos recordemos
y al futuro de la patria prometemos
Honor, Seguridad, Servicio”

GRACIAS

Sergio Michilini, “Carlos Roberto Huembés Ramírez con fondo dorado”, 2016, óleo sobre tela, cm.97×70

Autor: Sergio Michilini, pintor nicaragüense
Obra: “Carlos Roberto Huembés Ramírez con fondo dorado”, 2016, óleo sobre tela, cm.97×70
Biografía: Buscador Google – Sergio Michilini, biografía en español

Biografía de Carlos Roberto Huembés Ramírez
Nace el 27 de agosto de 1951 en Managua. Sus padres fueron Roberto Huembés y María Auxiliadora Ramírez.
En 1969 concluye sus estudios en el Instituto Pedagógico de Managua, donde se destacó como mejor alumno. En 1970 se matricula en la Universidad Nacional de León, en la carrera de Medicina. Como estudiantes de esta Alma Mater empieza a participar en las movilizaciones populares que promueve el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), integrándose a las brigadas de activistas universitarios, coordinados por el Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), destacándose en los mítines de los barrios de León y en las caminatas a Managua de 1971, para lograr la libertad de trece prisioneros sandinistas, entre ellos Ricardo Morales Avilés, miembro de la Dirección Nacional del FSLN.
Por su entrega al trabajo y rápida asimilación es promovido al Comité Ejecutivo Nacional del FER, sección de León, Roberto se encarga de estructurar al FER como organización intermedia del FSLN, formando asociaciones por cada facultad y una comisión estudiantil de apoyo al CUUN. También crea los círculos de estudios políticos entre los miembros del FER, dando la solidez y la consistencia que la organización requería en ese momento histórico. Asume la dirección de estos círculos, dando prioridad a la crítica y la autocrítica.
En 1971 participa junto a Carlos Núñez Téllez, Francisco Meza y otros compañeros, en la organización del Movimiento Estudiantil de Secundaria (MES) en León, organización que se destacaría por su combatividad en la lucha contra la dictadura. Junto a Iván Montenegro encabezan el trabajo del Movimiento Cristiano (Organización Estudiantil) en la tarea de fortalecer políticamente a los dirigentes de la comunidad indígena de Subtiava. Producto de ese trabajo el FSLN tiene en los años siguientes, sólidas estructuras clandestinas de apoyo en el barrio de Subtiava.
En Septiembre de 1973 a raíz del asesinato de Oscar Turcios y Ricardo Morales, asume las mayores responsabilidades del FSLN, el compañero Pedro Aráuz, convirtiéndose Roberto Huembés e Iván Montenegro en sus brazos derechos en la Región de Occidente, estos incrementan la red de infraestructura en la resistencia urbana de esa región.
En 1974 ingresa a la vida clandestina por orientaciones de la Dirección Nacional del FSLN, asumiendo otras responsabilidades, porque su continuidad en la vida legal era un riesgo para la organización y para su propia vida. Sale por la vía legal hacia México, de aquí viaja hacia Cuba en una misión del FSLN, como representante de las estructuras sandinistas radicadas en suelo mexicano. Regresa clandestinamente a Nicaragua, ese mismo año y asume la responsabilidad del Comité Regional de Managua, destacándose su esfuerzo para lograr que la vanguardia sandinista se vinculara plenamente con los distintos sectores populares.
Roberto es el responsable de organizar a la clase obrera y del trabajo organizativo en el movimiento estudiantil universitarios y de secundaria, el FER y el MES, que comenzaba a surgir en Managua. Este trabajo perseguía vincular orgánicamente al FSLN con la clase obrera y reforzar los vínculos que ya existían con el estudiantado.
En 1975 sale hacia Costa Rica y ahí permanece un año, en este periodo se dedica al trabajo ideológico, elaborando una serie de documentos, entre estos se destaca un estudio donde define las características de una vanguardia revolucionaria, siendo un aporte importante para los estudios políticos de la militancia sandinista.
También se reúne en varias ocasiones con Eduardo Contreras y Humberto Ortega, de estos encuentros surgen los lineamientos para fortalecer y consolidar la unidad del FSLN y la decisión de regresar a Nicaragua para continuar la tarea de unidad programada. Roberto regresa al país en Septiembre de 1976, poniéndose al frente del trabajo organizativo en Managua, y continúa con Eduardo Contreras las pláticas encaminadas hacia la unidad de la organización.
El 7 de Noviembre de 1976 por la noche, luego de una reunión en el Reparto El Dorado, al oriente de Managua, circulando en vehículo, cerca de la casa del compañero Silvio Reñazco, donde la Guardia Nacional tenía un operativo rodeando la casa y sus alrededores, desconociendo esta situación sigue su trayecto y es detectado por los guardias quienes lo asesinan en el acto.
Así muere uno de los mejores cuadros del FSLN, incansable luchador por la unidad y el fortalecimiento de los lazos entre el FSLN y los sectores obreros y estudiantiles.
“Es importante señalar que no solamente por el rol que juega el proletariado en la producción está llamado a ser la clase dirigente y emancipadora de la sociedad; son también las cualidades que le imprimen su participación en el proceso productivo socialmente organizado -colectivismo, organización, solidaridad, disciplina- las que confirman su capacidad dirigente”. Roberto Huembes.
Alfredo Vega Salablanca.
http://avegasalablanca.wordpress.com/2013/05/26/biografias-2/