San Francisco lo he pintado muchas veces, pero esta es la primera en que me he detenido en estudiar el verdadero rostro del “poverello d’Assisi”. He realizado este pequeño boceto, que es un primer estudio de cómo podría ser su rostro, basándome en la descripción de Tomás de Celano que fue un fraile italiano medieval de la orden de los Franciscanos (orden de los frailes menores),
y además fue un poeta autor de tres hagiografías sobre San Francisco de Asís.
Uno de los primeros trabajos de Tomás de Celano, que conoció personalmente a San Francisco, fue la “Vita Prima”, que trata sobre los años juveniles de San Francisco y fue comisionado por el Papa Gregorio IX en 1228, solamente 2 años después de la muerte de Francisco, mientras que su canonización se llevaba a cabo
En el Capítulo XXIX de la “Vita Prima” hay esta descripción de San Francisco:
1Cel. 83. “Hombre elocuentísimo, de aspecto jovial y rostro benigno, no dado a la flojedad e incapaz de la ostentación. De estatura mediana, tirando a pequeño; su cabeza, de tamaño también mediano y redonda; la cara, un poco alargada y saliente; la frente, plana y pequeña; sus ojos eran regulares, negros y candorosos; tenía el cabello negro; las cejas, rectas; la nariz, proporcionada, fina y recta; las orejas, erguidas y pequeñas; las sienes, planas; su lengua era dulce, ardorosa y aguda; su voz, vehemente, suave, clara y timbrada; los dientes, apretados, regulares y blancos; los labios, pequeños y finos; la barba, negra y rala; el cuello, delgado; la espalda, recta; los brazos, cortos; las manos, delicadas; los dedos, largos; las uñas, salientes; las piernas, delgadas; los pies, pequeños; la piel, suave; era enjuto de carnes; vestía un hábito burdo; dormía muy poco y era sumamente generoso. Y humildísimo, se mostraba manso con todos los hombres, haciéndose con acierto al modo de ser de todos. El que era el más santo entre los santos, aparecía como uno más entre los
pecadores”.
http://www.franciscanosenmexico.com.mx/pdfvarios/sn%20francisco/biografias/1celano.pdf
En la cabeza del santo le puse la misma “gavetta” ( que es una cazuela de campaña en aluminio que simboliza la pobreza) que había pegado de verdad en el políptico “SANTA CHIARA e SAN FRANCESCO DI ASSISI” que pertenece ahora a la colección del Miguel d’Escoto Brockmann.