El papa Francisco ha anunciado que monseñor Óscar Arnulfo Romero será canonizado el próximo 14 de octubre en la basílica San Pedro de Roma, durante el sínodo (reunión de obispos) que se celebrará en el Vaticano.
Monseñor Óscar Romero, el arzobispo salvadoreño asesinado a mansalva mientras ofrecía misa en 1980, será el primer santo de Centroamérica.
El mismo 14 de octubre será canonizado en Roma también el papa Pablo VI, que decidió continuar y clausurar el Concilio Vaticano II, la gran obra del pontífice anterior, el “papa bueno”, San Juan XXIII.Ambos eminentes personajes de la historia humana, ahora canonizados santos, tienen que ver profundamente con la historia de Nicaragua y con la mía personal también.
Era monaguillo todavía cuando en el 1960 recibí el Sacramento de la Confirmación directamente del arzobispo de Milán, Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini, a los tres años nombrado papa Paolo VI.
Obviamente nacimos al mundo de la espiritualidad y de la política con la visión del Concilio Vaticano II, y vivimos solidarizándonos con las luchas de América Latina, enmarcadas en las conclusiones de las Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968) y de Puebla (1979) con sus pastorales de justicia, paz y educación enfocadas en los principios de la “Opción Preferencial por los Pobres”.
Muchos artistas crearon obras inspiradas a estos nuevos paradigmas de la Iglesia Católica, como por ejemplo nuestro maestro Rodrigo Peñalba que, inspirado a la única constitución pastoral del Concilio Vaticano II, promulgada por el papa Pablo VI en 1965, realizó el monumental altorrelieve titulado “GAUDIUM ET SPES” en la iglesia Santo Domingo de Managua, en el barrio del mismo nombre.
Fue toda una epopeya que, por ejemplo, en Nicaragua, estaba forjándose en las Comunidades Eclesiales de Base de la Parroquia San Pablo Apóstol de Managua, de la 14 de Septiembre, de la Nicarao y del Reparto Schick, del Barrio Riguero, de Solentiname etc.
Hasta llegar al 19 de julio de 1979, a la primera Revolución de la historia triunfante gracias a la unidad entre cristianos y marxistas, entre lo mejor del cristianismo y lo mejor del marxismo, con la Teología de la Liberación, con Sandino y con Carlos Fonseca. Con la participación directa y solidaria de artistas, poetas, teólogos y filósofos de Nicaragua y del mundo.
Nunca, ninguna Revolución tuvo tanto apoyo humano y espiritual como la a “Revolución Popular Sandinista”, para el “Hombre Nuevo” en la “Nueva Nicaragua”…que abrió el paradigma inédito del nuevo milenio, de un camino anticapitalista, hacia el socialismo, en el respeto absoluto de los derechos y libertades individuales; del pluralismo económico y político, del multilateralismo en los marcos del derecho internacional; en la lucha en contra de la miseria y la pobreza caracterizado por un desarrollo sostenible en armonía con la Madre Tierra.
Nicaragua se transformó en esperanza para América Latina…y los poderosos, los ricos epulones, los imperialistas, los oligarcas y los fariseos le tuvieron miedo, le tuvieron terror a Nicaragua.
Y el 24 de marzo de 1980 asesinaron el arzobispo metropolitano de San Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez durante la celebración de la misa en la capilla del hospital Divina Providencia.
Asesinaron a nuestro San Romero de América, el más grande defensor de los Derechos Humanos del continente, el más importante propulsor de la “Opción Preferencial por los Pobres” en América Latina, el arzobispo que llevaba a la práctica diaria las profundas transformaciones de la iglesia del Concilio Vaticano II.
¿Y qué pasará el próximo 14 de octubre de 2018 aquí en Managua, Nicaragua?
No sabemos. Pero por lo visto no pasará absolutamente nada, como no ha pasado prácticamente nada en todos los últimos decenios. Hay como una tendencia por parte de la iglesia y de los políticos en ocultar al Concilio Vaticano II, al “papa bueno” San Juan XXIII, al Santo padre Paolo VI, a San Romero de América, a La Teología de la Liberación, a la “Opción Preferencial por los Pobres” y a toda la trascendencia espiritual, política y cultural que se estuvo construyendo a finales del siglo pasado en Nicaragua, Centroamérica y América Latina.
Aquí enseguida dos tristes ejemplos en Managua.
La pintura mural con el retrato de Monseñor Romero en la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles en el Barrio Riguero en Managua está censurada ya desde casi 30 años, así como todo el Conjunto Artístico Monumental con murales de Monseñor Valdivieso, de San Francisco, de la Anunciación…tal pareciera que los franciscanos y los arzobispos de Nicaragua fueran de alguna iglesia preconciliar o que siguen con alguna postura cristera o guerrerista colonial.
Dice el doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana, Juan Mari Laboa “¿Quiénes rechazaron a Pablo VI? Los que se opusieron el Concilio. ¿Quiénes rechazan a Francisco? Los que rechazan el Concilio. ….Los que se oponen al Concilio y al Papa son los que quieren una Iglesia politizada y cautiva, tienen miedo a una Iglesia que salga al campo ella solita, sin el amparo o la tutela de ningún poder político, y proclamando el Evangelio en toda su vigencia y repercusiones”
El Centro de Espiritualidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero (CEMOAR) en la Carretera Sur de Managua, tiene en su interior una joya única y absolutamente especial: una grande pintura mural con el retrato de San Romero de América y los mártires de la UCA realizado por el maestro Camilo Minero, el más importante pintor salvadoreño del siglo XX.
En el CEMOAR hay también un hermoso retrato de Mons. Romero del escultor nicaragüense Francisco Artola, además de otras 35 esculturas, pinturas, mosaicos y cerámicas que conforman el más grande “Museo de Arte Público-Monumental de Centroamérica.
También el CEMOAR se mantiene cerrado al público desde ya casi 30 años.
Casi seguramente el próximo 14 de octubre de 2018 sea en el Riguero que en el CEMOAR todo seguirá censurado y cerrado, sin cariño ni amor por parte de nadie de los de arriba.
A pesar de ser obras del Patrimonio Cultural de Nicaragua, a pesar de la solidaridad plurianual de artistas, intelectuales y feligreses nicaragüenses, a pesar de la recolección de 1200 firmas de Europa y América Latina en pocos meses, a pesar de las movilizaciones solidarias en varias partes del mundo…quien sabe, quizás, algún nuevo milagro de nuestros mismos Santos Romero y Pablo VI puedan salvar estas joyas del Patrimonio Cultural nicaragüense y Centroamericano.