Arte Contemporáneo: Fontana, Manzoni y Cattelan

Nuestra generación tiene la suerte de asistir al final del “unilateralismo”, que a nivel político es el “neoliberalismo”, a nivel geoeconómico se le dice “globalización”, mientras que a nivel filosófico sería el “pensamiento único” y a nivel de las artes plásticas es el “Sistema del Arte Contemporáneo”.

Enfocándonos en este último “Sistema del Arte Contemporáneo”, se trata del epílogo de la iconoclasia anglo-sionista que domina el mundo occidental.

Tres artistas icónicos representan este derrumbe inevitable…y lo curioso es que los tres son italianos, o sea de la colonia más avasallada y sometida por el imperio anglo-sionista actual.

Se trata de LUCIO FONTANAPIERO MANZONI  y MAURIZIO CATTELAN.

Lo primeros dos representan la síntesis inicial del “Sistema del Arte Contemporáneo(a partir de Marcel Duchamp hasta los años ’60), mientras que el tercero representa (obviamente como la sombra de la genialidad de los dos anteriores) el epilogo de esta manipulación global y acompaña fríamente el derrumbe total del unilateralismo artístico y cultural anglo-sionista.

En los años 1960, dos brillantes artistas italianos agotaron las “investigaciones” de las Vanguardias con obras insuperables e icónicas por su trascendencia conceptual y espectacular.

Lucio Fontana, percibiendo el malestar de muchos vanguardistas con respecto a las limitaciones bidimensionales del lienzo, lo ha perforado y desmenuzado, saliendo definitivamente (más allá) de la superficie pictórica.

Muchos, en ese período, como el suscrito, respiramos aliviados, pensando que finalmente quienes habían tenido problemas con la superficie pictórica podrían dejar definitivamente la superficie bidimensional y cambiar libremente de trabajo, dejando así a nosotros los pintores la posibilidad de retomar nuestro trabajo, libres de pesadillas vanguardistas.

Piero Manzoni, sin embargo, recogiendo los postulados de numerosos marchantes, galeristas y críticos sobre la prioridad de la firma del autor sobre la calidad de la obra, creó la famosa “Mierda de artista, numerada, firmada y conservada al natural” (Andy Warhol y sus latas Campbell’s son cosas para monaguillos principiantes en comparación…).

Incluso en este caso, muchos pensaron que marchantes, críticos y galeristas harían bien en revisar sus tesis sobre las “firmas”, quizás volviendo a estudiar y amar la pintura y la calidad de las obras.

En los años 1960 muchos jóvenes estudiantes de arte, apoyados también por las obras de Fontana y Manzoni, miramos al futuro con gran optimismo y fe indudable en el retorno a los valores fundamentales de las artes plásticas, acabando con el “rupturismo” y apasionándonos por el estudio de nuestro oficio milenario.

Está claro que aquellos jóvenes estudiantes estábamos equivocados, porque en los siguientes 64 años no hicieron más que insistir repetida, infinitamente, obsesivamente en “perforar lienzos” e “inflar firmas”, en una secuencia que ahora tiene todos los cánones y patrones repetitivos de un método académico clásico.

Probablemente una de las diferencias fundamentales entre el academicismo de 1800 y el actual es que en aquel entonces se trabajaba duro y humildemente para crear obras que respetaran las reglas y cánones, mientras que hoy los Nuevos Académicos trabajan poco o nada, despreciando el oficio y las técnicas, para repetir patrones y módulos que ahora son una sombra desvaída de la vieja y obsoleta vanguardia.

El “Sistema de Arte Contemporáneo” que ha determinado el éxito de los Nuevos Académicos durante el último medio siglo (Pop Art, Minimal Art, Body Art, Process Art, Performance Art, Conceptual Art, etc.) lamentablemente hace estragos con todo su poder omnímodo, y aún hoy excluyente y no se sabe por cuántos años más, impidiendo así el desarrollo de investigaciones artísticas serias y profesionales.

Es una tragedia, que Maurizio Cattelan fomenta fríamente con este himno al anglo-sionismo iconoclasta, quizás, sin darse cuenta de que es un paso más hacia el derrumbe de este pensamiento único, manipulador, oportunista, demagogo y provocador.

 

Lascia un commento

Il tuo indirizzo email non sarà pubblicato. I campi obbligatori sono contrassegnati *