Aunque Pablo Neruda declaró los murales del Casino de la Selva en Cuernavaca, México como “la Capilla Sixtina mexicana”, parece que la obra maestra de José Renau nació mal y vivió peor.
Evidentemente su obra fue afectada desde el inicio por el “síndrome de Procusto” que es el ajuste de todo lo diferente, lo extraño, lo forastero hacia las medidas de la idiosincrasia local en un pueblito de unos diez mil habitantes como era Cuernavaca y en un momento delicado de la historia mexicana.
El maestro valenciano en exilio José Renau diseño su Proyecto como un conjunto de 4 inmensas pinturas murales que debían de tener las siguientes temáticas:
1- La historia de España hasta la llegada a México (España hacia América)
2- La historia de México antes de la llegada de los españoles
3- El choque de las dos culturas
4- El México actual, la independencia y la nacionalidad
Inició con la primera obra, “La historia de España” que era algo raro, novedoso y quizás hasta peligroso en aquel entonces. Quizás si José Renau hubiera iniciado con la última temática la cosa hubiera sido paulatinamente mejor aceptada.
Recién llegado a México desde España y a pesar de ser un revolucionario comunista inició al revés y evidentemente desde una visión hispanista con el nacimiento de la Hispanidad o de la conformación hispánica, desde los orígenes hasta la invasión romana de la península y hasta la llegada de Cortés a Méjico.
” España hacia América” es un mural inmenso, de 28 metros de longitud por 5 metros de alto, y es la obra maestra de José Renau en México iniciada en el 1944 y terminada en el 1946 con la abrupta interrupción de las relaciones con el financiador millonario gachupín Manuel Suárez, por lo que fue la única pintura mural finalizada de las 4 anteriormente mencionadas.
Obviamente desde su inicio las polémicas fueron atroces iniciando por la escenificación de la conquista de América que contrasta radicalmente con la visión de Diego Rivera en los murales del Palacio de Hernán Cortés, para seguir con las apreciaciones de David Alfaro Siqueiros (a pesar de la anterior colaboración en la realización del mural “Retrato de la Burguesía” en el D.F), acusando la obra de una visión “arqueológica” del imperialismo, no centrada por las atrocidades que cometieron los españoles, mientras que la “crítica más exigente” consideraba la obra de Renau casi como un desatino, porque expresa una concepción imperial o imperialista inaceptable, en especial por su iconografía de un figurativo exaltador de los valores tradicionales de la España Eterna.
Además de estas interpretaciones iconográficas (parciales por tratarse del primer mural de los 4 previstos) dicen que hubieron “políticas, propias de la guerra fría, sobre el mecenas Manuel Suárez” que le forzaron a que se quitara de encima a un comunista.
El hecho es que el propio Renau confesó que se peleó con la “dirección del hotel” y por lo tanto se interrumpieron los trabajos con este primer mural……y con el fantasma de Procusto reapareciendo en territorios revolucionarios como sucede todavía hoy en día.
Luego “en 2001 comenzó la demolición del Casino de la Selva en Cuernavaca por parte del Grupo Costco que había comprado el predio a precio de remate y sólo le interesaba el terreno.
Se levantaron las críticas, pero los intereses económicos pesaron y los bulldozers echaron por tierra este sitio histórico para construirle encima, y a toda prisa, un supermercado. Lo que quedó de algunos murales fueron reubicados, como los de José Renau, en El Papalote Museo del Niño, de Morelos (sic) pero hubo otros imposibles de rescatar.
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Notas
Entre 1936 y 1939, José Renau en España fue director general de Bellas Artes. En este periodo, encargó a Pablo Ruiz Picasso en 1937 una obra para el Pabellón de la República Española de la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París, lo que resultaría en el Guernica.
Al terminar la guerra se exilió en México, donde colaboró con el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. De este periodo datan los murales del Sindicato de Electricistas en el D.F. (El retrato de la burguesía” y el del Casino de la Selva de Cuernavaca, encargados por Manuel Suárez y Suárez.
El” Retrato de la burguesía” representa un paradigma dentro del muralismo debido al uso del montaje fotográfico y cinematográfico como estrategia de disposición del espacio pictórico.
Renau y Siqueiros compartieron el uso de tecnologías y técnicas vanguardistas. En la experimentación plástica los dos emplearon herramientas mecánicas, materiales sintéticos y medios de comunicación audiovisual, como la fotografía y el cine. Junto con el equipo de pintores que realizó Retrato de la burguesía, los artistas tomaron la decisión histórica de desarrollar el tema general del mural en una superficie pictórica continua –no obstante que el mural fue pintado en el cubo de la escalera del edificio del Sindicato Mexicano de Electricistas–, que rompía con la estructura de dicho espacio arquitectónico. Con esa decisión, los artistas ensayaron una concepción espacial sin precedente, completamente revolucionaria.
José Renau fue uno de los artistas españoles de vanguardia más importantes de los años treinta; incursionó a lo largo de su carrera en la pintura, el diseño y la gráfica política, y fue de los pocos creadores exiliados españoles que trabajó el muralismo hasta el final de su carrera. Renau y Siqueiros, militantes comunistas, iniciaron su relación en el contexto de la Guerra Civil española, cuando el muralista mexicano combatió a favor del bando republicano.
En 1939, tras el exilio a causa de la guerra, Renau escogió a México como país de asilo con la intención de participar en el muralismo mexicano por su carácter revolucionario y su función social. Instalado en la Ciudad de México, fue convocado por Siqueiros para pintar el mural Retrato de la burguesía (1939-1940), experiencia que marcó el comienzo de un fructífero intercambio entre ambos artistas.