Después de realizar el “Bodegón sabático” y con el mismo intento arcaico, primitivo e salvaje de retornar a la esencia del ser pintor en cuanto ser pintor (dejando de lado las “obligaciones” políticas para enderezar el mundo), busqué algo para montar otro bodegón entre el montón de chécheres, cacharros, cachivaches, trastos, cachirulos y chirimbolos.
Bodegón patriótico
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