Cerrados en nuestra casa-taller aquí en Managua, desde abril 2018, prácticamente secuestrados, en estos infinitos meses de alucinante confusión e inseguridad, con tranques, con saqueos y violencias de todo tipo y por todos lados, he decidido dedicarme al estudio del color para tratar de “limpiar” un poco la paleta y de dar un “sentido” claro y luminoso a la pintura (el eterno problema).
Una docena de Guardabarrancos
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