Estaba muy enojado en aquel 1989, de regreso a Nicaragua con el boceto para una pintura mural al fresco que me habían rechazado en Italia.
Se trataba de una Crucifixión para la bóveda de la iglesia de San Martino al Tagliamento en Friuli.
Un trabajo de estudios y tanteos que dilaté casi un año para lograr un boceto de una obra que considero entre los mejores trabajos de mi vida…
…rechazado… porque, decían, la imagen era excesivamente realista, fuerte, cruel…querían algo más suave, bonito, acaramelado, convencional…imagínense ustedes, una “Crucifixión”, que es un asesinato cobarde y cruel pintado en forma dulzona y relamida.
Estaba aburrido de tanta falsedad, apariencia, inautenticidad, oportunismo de los países ricos y poderosos. Llegaba a la Nicaragua Revolucionaria sediento de sinceridad, honestidad, autenticidad y le planteé al Padre Uriel Molina Oliú la posibilidad de pintar esta “Crucifixión” en el CEMOAR del Km15.5 Carretera Sur-Managua, en donde estábamos realizando un Proyecto de muralismo para los “500 años de Resistencia Indígena Negra y Popular”.
Y el Padre Uriel Molina Oliú aceptó con gusto esta propuesta…a pesar de que, según él, esta “Crucifixión” …era “demasiado morigerada, conservadora, tradicional” (es divertido escuchar las varias interpretaciones del Nuevo Testamento en la misma Iglesia Católica en el viejo y en el nuevo continente).
Me puse a pintar esta Crucifixión en el Auditorio del CEMOAR como un reto, un desafío, una competición personal para demostrar que una buena pintura no es necesariamente bonita, relamida, dulzona, y que, como Matthias Grünewald y muchos pintores más, se puede pintar una “Crucifixión” con sentido de autenticidad y verosimilitud.
Quería lograr esta obra también como un trabajo didáctico frente a “la muerte de la pintura” pregonada por el “Sistema Globalizado del Arte Contemporáneo” a partir de los años ’60…… para colaborar con la descolonización mental del mal llamado “tercer mundo”, gracias a la vigente Revolución Popular Sandinista.
No tenía ninguna duda en que el renacimiento pictórico nicaragüense y latinoamericano se transformaría en una gigantesca bofetada a las arrogancias del norte, a los poderosos epulones imperiales del norte, a las falsedades de los ricachones.
Teníamos el convencimiento que los artistas nicaragüenses podíamos hacer más y mejor de los artistas del primer mundo y también que la población nicaragüense habría entendido nuestro mensaje de orgullo nacional.
No teníamos tampoco dudas en que nuestro trabajo en el CEMOAR habría colaborado en la construcción de una hegemonía ética y cultural, es decir, forjar un consenso en torno a los valores y principios del FSLN y del Gobierno Revolucionario.
Estuve trabajando meses en este mural, llegando todos los días desde Managua, gastando dinero y energías, con la ayuda igual de gratuita de la compañera estudiante de arte Nohelia Cerrato…logramos lo mejor……para que viviera eternamente este mensaje y emoción plástico-expresiva.
Nos equivocamos rotundamente.
Prevaleció el Güegüense destructor en el manejo de las obras de arte del CEMOAR.
Dice Alejandro Bolaños Davis en su libro “El nicara(güe)güense”:
“En Nicaragua, la mayoría de nuestros líderes políticos y sociales son inconscientes del poder que presentan los símbolos como elementos de transformación social. Estos líderes viven en un plano muy materialista y superficial, al extremo de que están totalmente desconectados del mundo del espíritu. De hecho, están siendo subyugados por símbolos y mitos enmarañados, como nuestro Güegüense; no están enterados de lo que les sucede y acaban comportándose igual”.
Y nosotros, los pintores, hemos aprendido la lección, perfectamente.
Necesitamos casi 30 años…pero la entendimos.
Hace algunos meses, en pleno invierno, quitaron el techo del Auditorio y esta pintura mural ahora está a la intemperie. Ni un plástico encima le pusieron para protegerla de las lluvias y del sol. Pero esta “Crucifixion” sigue resistiendo, a pesar de todo, aunque su destino entre los humanos está ya decidido.
Del Auditorio han desaparecido también los preciosos paneles del maestro Leonel Cerrato con la reconstrucción en escala de su mundialmente famosa pintura mural del Parque Luis Alfonso Velazquez, destruida por el ex presidente Arnoldo Alemán.
Y en la entrada del CEMOAR destruyeron el célebre retrato del comandante Carlos Fonseca Amador, obra del maestro Florencio Artola.
La agonía de las 36 obras de arte del CEMOAR está prácticamente finalizando.
Se acabó la esperanza para todas estas obras, pues no se vislumbra ya ningún pensador libre, ninguna mente descolonizada capaz de revertir la trágica suerte de estas magnas obras.
Para los que, quizás, no saben todavía, recordamos que allí, entre los años 1987 y 1992, Artistas de 13 países de América Latina y Europa (Nicaragua, Panamá, Salvador, Chile, Honduras, Colombia, Cuba, México, Suecia, Alemania, Francia, Suiza e Italia) , realizaron 36 esculturas, murales, mosaicos y cerámicas monumentales que conforman el primer conjunto artístico monumental de Centroamérica dedicado a las luchas y espiritualidad de América Latina: quizás la concentración de artistas y de obras más significativas y sobrevivientes del ya mundialmente famoso Movimiento Muralista y de Arte Público de los 80’s en Nicaragua.
Allí hay obras preciosísimas de artistas de primerísimo nivel, como CAMILO MINERO (q.e.p.d.), el más importante pintor salvadoreño del siglo XX; como el legendario artista panameño VIRGILIO ORTEGA SANTIZO (q.e.p.d.), como el maestro italiano AURELIO C. (q.e.p.d.); los cubanos ALDO SOLER y LUIS MIGUEL VALDES; la escultora suiza BARBARA ROTH, los artistas nicaragüenses LEONEL CERRATO, ARMANDO MEJIA, SERGIO MICHILINI etc.
Este Conjunto Artístico Monumental, que conforma un importante “Museo de Arte Público-Monumental” por la cantidad y calidad de las obras que contiene, a su tiempo fue declarado Patrimonio Cultural Nacional, y es una joya que despertaría el orgullo de cualquier país o comunidad de nuestra Patria Grande.
Pero ya se acabó. No deberíamos hablar más de este asunto……
…..pues ya tocaron las notas del Requiescat in pace por este que hubiera podido ser el más bello museo de arte de Centroamérica dedicado a nuestro San Romero: el “MUSEO DE ARTE PÚBLICO SAN ROMERO DE AMERICA”
Y, como hay mucho espacio allí, también se hubiera podido crear un Centro de Estudios sobre “ARTE SACRO y TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN”; o mas bien sobre “TEOLOGIA, FILOSOFIA y ARTE DE LA LIBERACIÓN” en Nicaragua y en nuestra Patria Grande.
O, quizás, la sucursal nicaragüense del INSTITUTO NACIONAL PARA LA DESCOLONIZACIÓN, que los filósofos Enrique Dussel y Ramón Grosfoguel acaban de crear en Caracas.
Pues, algo de formación y pensamiento crítico para la BELLEZA QUE TRANSFORMA EL MUNDO.
Pero, como decimos, ya se acabó. No deberíamos más hablar de este asunto…Ya platicamos, ahora vamos a vivir como los santos……
De un post publicado el 8 de octubre de 2013
La composición de la “Crucifixión” (que ha sido estudiada por ser pintada en la bóveda de una iglesia) es en cierto sentido como enmarcada en un ojo de pez, con visión a 360 grados que se nota en la composición de los “ladrones” que rodean el Cristo y en el paisaje desértico en los ángulos.
Mientras que he reducido al mínimo las deformaciones de las figuras, que se notan casi solamente en el alargamiento del Cristo crucificado y de las otras tres figuras en primer plano, debido a la visión prioritaria desde el punto de vista de la entrada en la iglesia (desde este punto de vista obviamente las figuras se “acortan” y el rectángulo del mural se ve como un trapecio isósceles…así como sucesivamente podemos apreciar en la pintura mural realizada en el CEMOAR del Km15.5 Carretera Sur-Managua.
La pinté en una pared vertical, pero en forma de trapecio isósceles, así como si se viera desde abajo hacia arriba, en la bóveda, desde la entrada en la iglesia.
Trabajé muchos meses por lograr lo mejor que pudiera…y al final, allí, me convencí todavía más de que la obra era valiosa y actual…y es una lástima que esta “Crucifixión” en Italia no me dejaron pintarla, y aquí en Nicaragua haya quedado totalmente abandonada, sin cuidado ni amor ni vida para los muchos creyentes de Nicaragua.
El convencimiento de que esta era quizás una de mis obras más interesantes, sea por su contenido que por su forma, me llevó a profundizar varios aspectos plásticos expresivos en los años siguientes…ya sea en el diseño que en la policromía: luz y colores…hasta llegar en el 2010 a realizar una pintura al óleo que presentamos hoy y que considero como el boceto ejecutivo y definitivo de esta obra….quizás, la más importante de mi vida. ver este link:
https://blogosfera.varesenews.it/la-bottega-del-pittore/2013/10/08/crucifixion/