Estaba muy enojado en aquel 1989, de regreso a Nicaragua con el boceto para una pintura mural al fresco que me habían rechazado en Italia.
Se trataba de una Crucifixión para la bóveda de la iglesia de San Martino al Tagliamento en Friuli.
Un trabajo de estudios y tanteos que dilaté casi un año para lograr un boceto de una obra que considero entre los mejores trabajos de mi vida…
Crucifixión en el CEMOAR de Managua, Nicaragua
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