CURSO DE CERAMICA ROBBIANA EN RELIEVE
El oficio de realizar paneles de cerámica en relieve con el método “Della Robbia” se está perdiendo definitivamente o, en muchos lugares, es casi totalmente desconocido a pesar de ofrecer múltiples posibilidades expresivas y variantes productivas artesanales o artísticas.
Los Della Robbia fueron una familia italiana de artistas renacentistas especializados en escultura y cerámica, activos en Florencia durante el siglo XV y primera mitad del XVI.
Aunque la terracota vidriada es una técnica usada en las varias civilizaciones desde China en el siglo III adC, es con Luca Della Robbia a partir de 1430 que esta “nueva, útil y bella arte”, como decía el Vasari, adquiere un auge impresionante sobre todo por modelar con absoluta gracia y delicadeza de relieves y esculturas.
INTRODUCCIÓN
Es propiamente en el método robbiano de realizar paneles de terracota en relieve que se centra esta propuesta de un curso abierto a todos, profesionales y aficionados de la cerámica.
Es un método que el suscrito ha aprendido a finales de los años ’60, estudiante en la Academia de Bellas Artes de Florencia, y trabajando también en el taller de San Frediano con uno de los últimos artistas/artesanos expertos en este oficio; obviamente personalizando y perfeccionado luego algunos procedimientos en las obras realizadas a lo largo de la vida profesional.
Esta es una propuesta de curso a realizarse en cualquier lugar, institución o asociación que desee implementar esta particular técnica de “cerámica policromada en relieve” en paneles móviles o en planchas de revestimiento de paredes con vistas a los edificios privados y públicos, a la arquitectura y al espacio urbano.
En muchos lugares se practica la técnica de la cerámica con funciones ornamentales y/o utilitarias, a veces con un altísimo nivel de calidad. Pero pocas veces se aplican estos conocimientos a la integración arquitectónica, en las fachadas o en los interiores de los edificios públicos y privados, con una técnica cerámica que sea a la vez pintura, escultura y decoración plástico-expresiva.
El subscrito pintor SERGIO MICHILINI propone entonces este curso a realizarse siguiendo un procedimiento de “módulos didácticos-productivos”, o sea de didáctica simultánea a la producción de la obra, que puede tener una duración de un mínimo de tres meses hasta un máximo de tres años.
En caso de necesidad, al terminar los tres años de formación el curso puede seguir bajo la dirección de los nuevos maestros escogidos entre los mejores alumnos del curso mismo.
TÉCNICA
Todas las ejercitaciones se realizarán en uno o más grandes tableros verticales de listones de madera que se deberán prefabricar para estos cursos de formación y a la vez de producción de obras para el mercado.
Se utilizarán arcillas de varios tipos y para la policromía final ya sea esmaltes cerámicos que silicatos de potasio para pintura en frio.
El módulo didáctico básico será el siguiente:
Primera fase:
realización de los estudios y del boceto ejecutivo en escala o “cartón” tamaño real del trabajo que se entiende realizar.
Segunda fase:
preparación de la plancha de arcilla perfectamente lisa, de 2.5 centímetros de espesor y del tamaño establecido, en el tablero vertical de listones de madera.
Tercera fase:
traslado del boceto ejecutivo en escala sobre la superficie de la plancha lisa de arcilla con cuadrícula o con “cartones” tamaño real, como en la técnica de la pintura al fresco.
Cuarta fase:
Modelado plástico del relieve. Este es el corazón del todo el trabajo.
Aquí se estudiarán los varios métodos de relieve en referencia a la reducción o disminución de la tercera dimensión o profundidad y a los puntos de vista de su contemplación…
…y sobre todo, así como nos inspira Luca Della Robbia, el maestro que aprendió el oficio como orfebre, cuidando de “modelar los relieves con absoluta gracia, encanto y delicadeza”…..unidos a un extremo rigor formal, con sobriedad clara de planos y ritmos, con formas simples y sensibilidad a la luz.
Y no puede ser de otra manera, pues estamos en el “Quattrocento en Florencia”, quizás el período más alto del arte renacentista, con la belleza y la fuerza expresiva de artistas contemporáneos como Donatello, Brunelleschi, Masaccio, Ghiberti, Verrocchio y Filippo Lippi.
Quinta fase:
Corte de las losetas según un diseño funcional a la composición, con los mismos principios del corte para vitrales.
Sexta fase:
Vaciado de las losetas en la parte posterior, para dejar el espesor de dos centímetros y medio en todo el relieve. Criterios de acabado posterior de las losetas y preparación para la cocción.
Séptima fase:
Secado y cocción de la arcilla.
Octava fase:
Recomposición del panel en un plano, ajustando todas las losetas de terracota y corrigiendo eventuales imperfecciones provocadas por la pérdida irregular de su volumen.
Hasta aquí el módulo didáctico básico, que concluye con el panel de terracota en relieve listo para varias posibilidades de acabado y aplicación.
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En lo sucesivo hay que optar fundamentalmente por dos caminos.
Primero hay que decidir si esta plancha o panel de terracota (bizcocho) en relieve se aplicará directamente y en forma definitiva en una pared o si queremos que sea estructurado como panel móvil, pudiendo transportarlo de un lugar a otro en caso de necesidad.
En este caso hay que construir una oportuna estructura de acero en donde se puedan sujetar firmemente todas las losetas. En ambos casos, sea para el panel fijo en la pared o para el panel móvil hay que sellar todos los intersticios entre las losetas según los criterios de la cerámica robbiana, o sea dejando entrever el diseño de los cortes.
Segundo, hay que decidir por la policromía de la terracota, que puede ser realizada con las muchísimas técnicas decorativas en esmaltes cerámicos, o en frío con pinturas minerales, o silicatos de potasio.
Esta última opción es nuestra especialidad, por la búsqueda de policromías pictórico-expresivas con finalidades artísticas y en este caso se puede pintar al silicato directamente en el panel de terracota (bizcocho) debidamente sellado en sus intersticios, ya sea en la pared o en el panel móvil, fijando los pigmentos con aerógrafo. Otras opciones “en frio” son los fondos dorados a pan de oro o también la integración de mosaicos a los paneles de cerámica aprovechando de las texturas brillantes o mate de las varias técnicas.
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CONCLUSION
Los paneles de cerámica en relieve con el método “Della Robbia” que estamos proponiendo pueden tener algo de similitud aquí en América Latina con los estucos policromados prehispánicos realizados en las fachadas de los templos y edificios públicos; con los las formas lineales, curvadas y retorcidas en edificaciones y retablos en relieve del barroco colonial y en las inquietudes de los grandes muralistas mexicanos para lograr la integración de la escultura y pintura con la arquitectura.
Estos paneles de cerámica robbiana pueden tener el carácter de pintura mural en relieve, con valor artístico de pieza única e irrepetible, o bien un carácter decorativo y artesanal que, incluso, con moldes podrían ser reproducidos en parte o en su conjunto. O sea, siguiendo el ejemplo de la “Bottega dei Della Robbia” en donde se habían asegurado la prosperidad gracias a la producción de grupos de obras únicas y otras destinadas a la producción en serie realizadas a partir de moldes.
Los materiales básicos de esta técnica son relativamente baratos y sus potencialidades productivas son prácticamente infinitas: desde decoraciones para fachadas de casas y patios y relieves de colores para animar la arquitectura de los edificios públicos y privados, hasta los retablos o escudos, insignias, logotipos de instituciones; detalles arquitectónicos como zócalos, marcos, molduras etc. hasta grandes composiciones temáticas y figurativas.
La magnífica unidad y centralidad de la vida humana del “Quattrocento en Florencia” que ha producido las maravillosas obras que todos conocemos, puede retomar vigor al reunificar y subordinar el pragmatismo y la racionalidad de nuestra época frenética a la Vida.
Lo que significa en la cultura y el arte latinoamericano desarrollar el pensamiento crítico, descolonizador, libre, y esta técnica expresiva y popular tiene un carácter renovador no solo en su inmediatez, manualidad física, materialidad, sino también en la conexión de las manos con la mente (a decirlo con Immanuel Kant : ‘La mano es la ventana de la mente’)… abrimos al mito, a la fantasía, a la solidaridad en obras que miran al nuevo espacio social, participado, al trabajo en equipo, a la confianza, a la responsabilidad y el compromiso mutuo. …
Vale la pena, el curso puede ser, y sin gastos excesivos.
Esperamos comentarios y propuestas.
Sergio Michilini, pintor