Pintura mural de Vela Zanetti en la Diputación de Burgos – España

La pintura mural en la Diputación de Burgos representa historias del héroe Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario Cid Campeador.
Es una obra realizada entre 1965 y 1969 por el maestro muralista español José Vela Zanetti, al óleo sobre lino, adosada al muro de la bóveda y tiene un tamaño de aproximadamente 200 metros cuadrados.


Para presentar esta importante obra de Arte Moderno me permito utilizar texto y fotografías de un Blog didáctico de los alumnos del Instituto Cardenal López de Mendoza de Burgos.

EL MAESTRO VELA ZANETTI

Mientras que he buscado corregir y componer el material fotográfico, escaso y de baja calidad que he logrado encontrar en el web, para lograr dar una idea de conjunto de la obra. (Es una pena que no se encuentren fotos de calidad para una obra tan importante como esta que vamos a presentar).

Murales de la Diputación de Burgos: Vela Zanetti 

La ciudad de Burgos está muy vinculada “emocionalmente” a la historia y leyenda cidianas. Aunque Rodrigo nació muy probablemente en Vivar, es Burgos la ciudad del Cid por excelencia.
Actualmente existe una ruta que recorre los lugares cidianos más emblemáticos: desde el Arco de Santa María, pasando por la iglesia de Santa Águeda, la glera, la Catedral… siguiendo por el Espolón, un popular paseo de la ciudad, llegamos al Palacio de la Diputación de Burgos, en cuya cúpula pueden verse los impresionantes murales de Vela Zanetti, que reflejan un Cid que rompe con la estética legendaria tradicional.

El Cid en la Diputación Provincial

Entre 1864 y 1869 se construyó el Palacio de la Diputación Provincial de Burgos. Prácticamente un siglo después se encomendó a José Vela Zanetti la decoración de su cúpula, con el encargo expreso de representar al personaje más insigne de la historia burgalesa: Rodrigo Díaz de Vivar. El tema debía acotar uno de los pasajes de mayor relevancia en la historia del Cid: La Jura de Santa Gadea.

Para representarlo, el pintor realizó un meticuloso estudio llegando a idear más de un centenar de bocetos y dibujos preliminares. La propia forma de la cúpula determinó abordar el tema en diferentes escenas individualizadas.

Así representaría los momentos de la Jura de Santa Gadea, el Destierro, la Batalla entre cristianos y árabes y al propio Cid, como encarnación de los altos ideales de hombre.

La narración se desarrolla en una gran superficie. Compositivamente se ha resuelto situando en un primer plano los pasajes sobre un fondo que recuerda al paisaje castellano. Creó una compensación de volúmenes según la estructura arquitectónica rectangular de forma que en los lados menores dispuso la Jura y el mural del Cid y en los mayores los del Destierro y la Batalla.

En un espacio indefinido en el que las únicas referencias arquitectónicas son la mesa del altar y un crucifijo de inspiración románica se desarrolla la Jura de Santa Gadea.

La Jura de Santa Gadea

Presenta a los dos protagonistas -Alfonso VI y el Cid- enfrentados, ofreciendo únicamente el rostro del monarca castellano. Está cubierto con una capa que se recoge en su hombro derecho para dejar despejado el brazo con el que va a jurar. Rodrigo viste cota de malla , casco, capa y guantes. En un segundo plano varios hombre asisten al acto. Entre ellos cabe destacar al caballero que se presenta de perfil y con rasgos de mayor edad (con pelo y barba blanca) pues es un autorretrato del pintor burgalés

Mural del Cid 

En el mural del Cid se le representa triunfante, blandiendo su espada con la mano derecha y sosteniendo su escudo con la izquierda. Es el único que permanece en pie, solo.
………una imagen nueva y joven del Cid Campeador, que exalta su valor individual. Quiso que el espectador sintiera que es a él a quien el héroe ofrece su victoria.

El Cid en los murales de la Diputación Provincial no parece ser servidor de ningún señor. Parece más bien servir a unos ideales que encarna con una plenitud desbordante. Parece que el Cid proclamara que está dedicando su vida no a algo que le haga marchitarse, ni que esté cegado por la ambición, sino que ha encontrado una aventura mediante la que ha conseguido sentir la plenitud más absoluta de la vida. La clave de este mural es la verdad de sus personajes, frente a las pinturas idealizadas comunes de la época.

Hay quien dijo de la obra venía a ser la desmitificación de Rodrigo Díaz de Vivar, porque el buen Cid y sus mesnadas, son las gentes que con sus rasgos étnicos vemos por estas tierras empuñando el arado o el volante de un tractor. Rostros cetrinos, enjutos de carnes, apergaminados por el sol y resecos por el frío de Castilla. Gentes con las que el pintor convivió mucho tiempo en Milagros, que sufren y trabajan, y que plasma en su pintura porque admira. Para él, ellos encarnan en su sencillez la posible y maravillosa aventura de la vida. Comportándose de muy diversas maneras, todos se comportan al estilo del Cid, es decir, liberándose convencidamente y por elevación.

El Cid se nos presenta como un valedor de la osadía, un enfrentado con la muerte, un luchador que ambiciona la libertad y que demuestra no pertenecer a la categoría de los mandados.
El esfuerzo realizado por Vela se planteó para que los espectadores viesen el muro como una totalidad y no como un teatro con personajes diversos que amenazan con caer desde la cúpula. No nos pide que nos arrodillemos ante ella, sino que nos compenetremos profundamente con su sentido y logremos entenderlo.

Hay que decir que esta obra fue filmada por Berzosa, director de cortos francés, que realizó uno llamado Matar el recuerdo tradicional del Cid, el cual fue proyectado en el festival de San Sebastián, cuando Berzosa fue premiado como director de cortos. Aunque su trabajo no fue adquirido en España por TVE, sí fue difundido en Francia.

Murales del Destierro y de la Batalla

En el mural de la Batalla representa una feroz lucha entre cristianos y musulmanes en la que toma parte el Cid, sin embargo no se puede saber con exactitud a qué batalla pertenece. En el Cantar aparecen múltiples referencias a batallas, por lo que hemos escogido esta para narrar de alguna forma el mural.

Embrazaron los escudos delante del corazón,
las lanzas ponen en ristre envueltas con su pendón, 

todos inclinan las caras por encima del arzón
y arrancan contra los moros con muy bravo corazón. 

A grandes voces decía el que en buen hora nació: 
“¡Heridlos, mis caballeros, por amor del Creador,
 aquí está el Cid, don Rodrigo Díaz el Campeador!” 
Todos caen sobre el grupo donde Bermúdez entró.
Éranse trescientas lanzas, cada cual con su pendón. 
Cada guerrero del Cid a un enemigo mató,
al revolver para atrás otros tantos muertos son. 

En el mural del Destierro, el Cid y sus aún fieles y familia comienzan el camino del abandono de la ciudad de Burgos tras la jura de santa Águeda. En esta, el Cid hizo jurar a Alfonso VI que no tuvo nada que ver con la muerte de su hermano y por esta razón el rey mandó su destierro y amenazó a todo aquel que le ayudase. En el mural aparecen los más importantes y conocidos personajes a caballo y los menos importantes, andando y menos centrados.

Libro: LAS PINTURAS MURALES DE VELA ZANETTI – CUPULA DEL CID Y FERNAN GONZALEZ. AZCOAGA ENRIQUE Editorial: Diputacion Pronicial de Burgos, 1981

CUADROS Y BOCETOS DE VELA ZANETTI

EL CID

Vela Zanetti en su estudio del Soho neoyorquino. – Foto: DB

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