“PICTOGRAMA” de la pintura nicaragüense

Este nuevo año 2024 ha comenzado con muy buenos auspicios y de manera muy prometedora para las artes plásticas de Nicaragua, pues salió a la luz un libro de Historia del Arte nicaragüense que es una joya editorial muy útil y necesaria para todos y en lo particular como herramienta didáctica para Escuelas de Arte, Institutos y Universidades.


Se titula “PICTOGRAMA” y es fruto de un esmerado y cuidadoso trabajo de investigación, rescate, recopilación y sistematización de GABRIEL TRAVERSARI, uno de los mejores creativos de Nicaragua: un artista polifacético, siempre lleno de ideas novedosas, contundentes y necesarias.
Ojalá esta excelente obra pueda promocionar a Gabriel Traversari como uno de nuestros nuevos historiadores de las Artes Plásticas, de los que se necesitan mucho y urgentemente en Nicaragua.
Enseguida algunas reflexiones inspiradas a varias ponencias publicadas en PICTOGRAMA

PROLOGO
El primero de los dos tomos que componen la obra inicia con un Prólogo muy interesante del historiador de arte francés Norbert-Bertrand Barbe en donde se ubica PICTOGRAMA en el contexto de la contemporaneidad creativa nicaragüense (pero sorpresivamente se supone un Rodrigo Peñalba “fauvista” y “vanguardista”. Quizás no fue ni el uno ni el otro y luego vamos a profundizar sobre estos temas, que ya hemos desglosado en varios artículos anteriores).

INTRODUCCION
Luego viene una amplia e intrigante Introducción, parcialmente autobiográfica, de Gabriel Traversari, que es también una preciosa recopilación de anécdotas y acontecimientos de historia nicaragüense.
La divertida curiosidad de esta introducción es la asociación o agrupación del Arte Primitivista o Naïf, que es propiamente arte ingenua “que carece de formación profesional”, con la Pintura Mural, que, como la Escultura y la Arquitectura y la Integración Plástica de todas las épocas y civilizaciones humanas, necesita de una altísima profesionalidad técnica, metodológica y conceptual.
Es muy rara la división conceptual entre la pintura de caballete o de pequeño formato y la pintura mural asociada a una no bien definida “arte popular”.
Es como si nuestro gran maestro Rodrigo Peñalba en las pinturas murales de la Iglesia San Sebastián de Diriamba, o en el mural tridimensional en la iglesia Santo Domingo de Managua pudiéramos asociarlo a la pintura ingenua, Primitivista o Naïf.

PEÑALBA por Julio Valle Castillo en Caratula 2022
Toda apasionante e inspiradora esta presentación de Rodrigo Peñalba artista creador además que “mejor maestro (léase: profesor)”.
Dice muy bien Julio Valle Castillo que Peñalba “es puerto de llegada y punto de partida, especialmente en su encuentro con el gran pintor Giorgio Morandi (1890-1964) Y sus pinturas y naturalezas muertas. Además, asume esta impresa personal y colectiva con conciencia fundacional de artista americano”.
Claro que sí, con Giorgio Morandi, pero más aun con los artistas de la famosa “Escuela Romana” o “Escuela de Via Cavour”, junto con los pintores Antonietta Raphaël, Mario Mafai, Marino Mazzacurati y Corrado Cagli, y aunque no tenemos hasta ahora pruebas de ello, estamos casi seguros que a las tertulias en la gran terraza de Via Cavour participaba también nuestro conciudadano Rodrigo Peñalba, pues toda su permanencia en Roma y en Anticoli Corrado hasta el 1946, apunta a unas relaciones constantes con estos maestros de esta primera y luego de la segunda temporada de la “Escuela Romana”, con artistas excéntricos y singulares como Fausto Pirandello, Ferruccio Ferrazzi y luego Renato Guttuso, los hermanos Afro y Mirko Basaldella.

Italia entre las dos guerras, en pleno régimen fascista de Benito Mussolini, era un volcán de arte herético y, a pesar de varios artistas oportunistas al servicio de funcionarios del régimen, la mayoría (apoyada por instituciones oficiales, como la Bienal de Venecia, la Trienal de Milán, la Cuadrienal de Roma, el Premio Bergamo, el Premio Cremona etc.) luchaba para una expresividad autentica, y en búsqueda de nuevos caminos.

Esto sucedía allí, en Italia, en los años 30, luego de finalizar las Vanguardias Históricas europeas con sus propuestas “rupturistas” y luego de agotarse, entre las dos guerras, el “Retorno al Orden”, con su recuperación de los ideales clásicos asociados con un renovado interés en la pintura realística y metafísica.
En varias ciudades de Italia se movían grupos y movimientos anti-vanguardistas y anti-rupturistas y a la vez en contra del “Retorno al Orden” burocrático del régimen, como “Los Seis de Turín”, como “Los Chiaristi de Milán”, como “La Escuela de Burano” en Venecia y como la “Escuela de Via Cavour” en Roma.

Esta “Escuela Romana”, muy ecléctica, opera con una pintura salvaje, excéntrica y anárquica, expresiva, desordenada, violenta, con tonos cálidos de color ocre y rojizo. El rigor formal del “Retorno al Orden” es suplantado por una vision claramente expresionista. El pintor Corrado Cagli describe una sensibilidad difusa y especifica qué es en realidad la poética de estos «nuevos romanos»: «En un amanecer del comienzo todo se rehace y la fantasía revive todo los asombros y temblores de todos los misterios.»

Rodrigo Peñalba se encuentra con este primitivismo profundamente humanista que busca reiniciar el camino interrumpido. Esta vez mirando al pasado, sobre todo al “Quattrocento” de Masaccio, Piero della Francesca, Beato Angelico y Gentile da Fabriano, Mantegna, Giorgione, Paolo Uccello, Andrea del Castagno etc.

Es el ’400 (“Quattrocento”) italiano el verdadero puerto de llegada y punto de partida” de Rodrigo Peñalba y, antes de él y con él, de muchos pintores con “conciencia fundacional de artistas americanos” a partir del Dr. Atl Gerardo Murillo, Rivera y Orozco en Mexico…..,hasta Di Cavalcanti y Candido Portinari en Brasil y Antonio Berni y Lino Enea Spilimbergo en Argentina etc.

CARTA A OMAR D’LEON de José Gómez Sicre
José Gómez Sicre (Pepe, como le llamaban sus amigos, 1916-1991) fue un profesional muy fino, talentoso, enamorado y apasionado de su trabajo de crítico de arte. Esta carta al maestro Omar D’Leon demuestra toda su entrega a la belleza y creatividad.

Pero Pepe Gómez Sicre fue también un histórico impulsor de la división entre el género “obra de caballete” y “pintura mural” y en su Carta a Fernando Gamboa de 1958 menosprecia la pintura mural que “pretende servir al pueblo con mensajes educativos. Esos mensajes, es desdichado tenerlo que aceptar, no sirven, ni han servido ni creo que servirán jamás”.
Es por lo tanto sumamente intrigante su comparación del maestro Omar D’Leon con Giorgio Morandi, que es un pintor de caballete y con Piero della Francesca, que es fundamentalmente un pintor muralista que siempre ha “pretendido servir al pueblo con mensajes educativos

Pepe Gómez Sicre era también abogado y sobre todo político e ideólogo de la “guerra fría”, determinante para el rumbo de las artes de nuestras naciones latinoamericanas…algunos dicen incluso que fue el inventor de las artes latinoamericanas de la posguerra.

El curador y crítico de arte Edgar Alejandro Hernández afirma que “José Gómez Sicre fue director de Artes Visuales de la Unión Panamericana, que después conformaría la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Washington, donde también fundó el Museo de Arte de las Américas. Desde su posición de influencia continental se convirtió en un activo promotor en Latinoamérica de los artistas que se acoplaban a las tendencias imperantes en Estados Unidos, lo cual iba en detrimento de los discursos nacionales, como el muralismo mexicano.” (https://www.cuboblanco.org/revista/jose-gomez-sicre-el-inventor-de-cuevas)

Sería interesante abrir un capítulo de estudio sobre este personaje y la creación del canon del arte latinoamericano que se construyó en los Estados Unidos a partir de la Segunda Guerra Mundial, a partir de un fuerte desprecio y un ataque frontal al muralismo mexicano y al arte comprometido en general (https://www.80grados.net/jose-gomez-sicre-o-la-creacion-de-un-canon-panamericano/ )

5 PREGUNTAS A ROGER PEREZ DE LA ROCHA
Y detrás de estas obras, ¿qué hay? Nada genuinamente trascendental. Estamos atravesando una crisis artística en Nicaragua, y te lo digo yo que recién cumplí 73 años. Ver a los jóvenes tan incultos es desesperante
¿Qué decir más? Allí está el meollo del problema. Aumenta exponencialmente el número de los dizques “artistas” y disminuye paulatinamente la calidad de las obras pictóricas.
¡Cuántas verdades y sabiduría en estas respuestas del maestro Roger Pérez de la Rocha! …” el más joven de los viejos y el más viejo de los jóvenes”.

Aunque el problema no es solamente de Nicaragua, sino que de todo el mundo “occidental” (“Nunca se ha pintado tan mal como en las últimas décadas” decía Jean Clair desde Paris), creemos que aquí es sumamente necesario y urgente abrir un debate profundo, honesto y serio; una crítica y autocritica de altura enfrentando los problemas de la PINTURA sin absurdas divisiones entre pintura de pequeño formato, pintura de caballete, pintura mural e integración plástica con la escultura y arquitectura.

Sergio Michilini,1987, detalle de “EL BUEN GOBIERNO” pintura mural en el Centro de Espiritualidad San Romero de América (CEMOAR), Managua

LA DECADA DE LOS 80
La Dra. María Dolores Torres, que he podido conocer personalmente en la Iglesia Santa María de Los ángeles durante la realización del Conjunto Artístico-Monumental, inicia su relato de 1995 declarando felizmente que en los 80 paso algo novedoso a nivel nacional y en su proyección internacional “como un instrumento integrador, trascendiendo el contexto rígido y exclusivista” anterior, advocando “por un nuevo concepto de arte” ….”la traslación del arte a la calle planteó desde problemas técnicos hasta la renovación estética, social y comunicativa, en función del ámbito urbano”.

Prácticamente una revolución estética nacional con proyecciones internacionales (así como la misma Dra. Torres había expresado en su estudio titulado “EL ARTE MURAL EN NICARAGUA” publicado en la revista de la Universidad Centroamericana en Nicaragua “ENCUENTRO”, Numero 32, septiembre-diciembre 1987).

¡Y luego uno se espera que salga a luz toda la epopeya de esta revolución estética nicaragüense de los años 80!

Pero nada.

Todo esto la Dra. Torres lo liquida como algo secundario, de “arte popular” junto a la pintura primitivista.

Sin embargo, dice que “el muralismo fue una forma de identidad, la creación de un estilo épico nacional que nunca fue incompatible con la modernidad pictórica”.
¡Y menos mal pues!

Aurelio C., EL MAL GOBIERNO DE AMERICA LATINA, 1987, pintura acrílica, m.4.75×3.46 DETALLE

No obstante, de allí en adelante el relato regresa a lo normal, a lo consuetudinario, termina el suspiro y vuelve a las veredas establecidas.

Vienen ninguneados por nuestra querida Dra. Dolores Torres maestros internacionales de la talla de ARNOLD BELKIN y VLADY de México, de CAMILO MINERO del Salvador, VIRGILIO ORTEGA SANTIZO de Panamá, de DANIEL PULIDO de Colombia, de ALDO SOLER y LUIS MIGUEL VALDES de Cuba, de AURELIO C. y GIANCARLO SPLENDIANI de Italia, VICTOR CANIFRU de Chile, GÖRAN WILLGREN de Suecia, JANET PAVONE, DANIEL HOPEWELL y CECILIA HERRERO que transformaron Estelí en la “ciudad del Muralismo” etc. etc.

Todo mundo sabe que un Movimiento o una Escuela es definida por el lugar en donde se desarrolla y no por la nacionalidad de los artistas. Así fue con la “Escuela de Paris”, en donde casi no hay artistas franceses: Constantin Brâncuşi (RUMANIA), Alexander Archipenko (UCRANIA), Julio González (ESPAÑA), Amedeo Modigliani (ITALIA), Chaïm Soutine (BIELORUSIA), Jules Pascin (BULGARIA), Marc Chagall (BIELORUSIA), Jean Arp (ALEMANIA), Tsuguharu Foujita (JAPON), Ossip Zadkine (RUSIA), Jacques Lipchitz (LITUANIA), Moïse Kisling POLONIA), Lasar Segall (BRASIL) etc.

Aquí en el Movimiento Muralista Nicaragüense contemporáneo además de artistas internacionales si hubo y hay todavía muchos artistas nicaragüenses, como el maestro Leonel Cerrato de Managua, el maestro Ricardo Gómez de Juigalpa, como los muralistas de FUNARTE Estelí, como el maestro Dr. y Arquitecto Federico Matus Vega que actualmente, con su “Atelier Matus” es un ejemplo trascendental del “nuevo concepto de arte” mencionado por la Dra. Torres.

No hay que tenerle miedo a la Pintura Mural: como hay pinturas buenas y pinturas malas, también hay pinturas murales buenas y pinturas murales malas.

Y, además, en la pintura mural hay la madre de todas las técnicas pictóricas: EL BUEN FRESCO. Mas que una técnica diría que es una “filosofía” pictórica y estudiando EL BUEN FRESCO se abren las puertas a todas las técnicas pictóricas posibles.

LA CIUDAD IDEAL

La pintura mural integrada a la Escultura y a la Arquitectura han sido siempre, en todas las civilizaciones humanas, los fundamentos para la creación de la “ciudad ideal”.

Si queremos dejar nuestras ciudades al servicio de los carros esta todo bien.

Pero si pensamos a ciudades para el desarrollo del hombre teniendo en cuenta su bienestar físico y sus necesidades sociales, a ciudades para la paz y el Buen Vivir, la hermandad y la humanidad futura no podemos prescindir de un urbanismo que involucre todas las artes plásticas, la arquitectura y la artesanía de nuestra linda nicaragua.

La ciudad ideal de Piero della Francesca

 

2 pensieri su ““PICTOGRAMA” de la pintura nicaragüense

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