(publicado en idioma italiano en este Post). Hablando de arte norte-americano el historiador del arte italiano Mario De Micheli escribió:… “La información fue en gran medida unilateral… se ha hecho hincapié en los pintores de la última generación, la que se ha desarrollado en la posguerra, dejando de lado – o no tomando en cuenta para nada – salvo que en raras ocasiones, la historia anterior, toda la experiencia por ejemplo del período que va del ’30 al ’45, que en literatura corresponde a las novelas de Dos Passos, Caldwell, Faulkner, Steinbeck.
El conocimiento de la pintura norteamericana, en otras palabras, se ha centrado casi exclusivamente en los artistas que han dado vida al Expresionismo Abstracto de la llamada “pintura de acción» o «pintura gestual», de Pollock, Kline, De Kooning, Gorky, Rothko, o de los artistas llegados después…
… Sin embargo no hay duda de que el fenómeno más amplio y profundo del arte norteamericano es precisamente vinculado a las experiencias de los años Treinta, los años del New Deal, es decir, el nuevo curso iniciado por Roosevelt, cuando se ha desarrollado una corriente de inspiración social, en la que se buscaba de atestiguar los aspectos más duros de la dramática crisis económica.
Fue un período por muchos aspectos extraordinario y rico, precisamente en lo que concierne a la creatividad de los artistas, de los escritores, de la crítica”.
En efecto, desde los primeros decenios del siglo XX el continente americano a nivel artístico estaba en ebullición, y si no fuera por el eurocentrismo radical existente aún hoy, muchos fenómenos europeos-norteamericanos podrían mermar y otros latinoamericanos-norteamericanos pasarían a ser muy significativos para una correcta lectura de la Historia del Arte Occidental.
Aquella “inspiración social” que mencionaba De Micheli, ha significado a menudo también una toma de conciencia del papel profesional del artista con respecto a la sociedad y al Proyecto de sociedad que se pretendía construir.
Por ejemplo, la batalla interrumpida de Gropius en el Bauhaus para la integración de las artes (Pintura, Escultura, Arquitectura y Artesanía) ha retomado potentemente significado en el México post-revolucionario, con artistas como el ex-cubista Diego Rivera, como el arquitecto-pintor Juan O’Gorman, como el fresquista José Clemente Orozco etc. (por no decir de “La Tallera”de Siqueiros en Cuernavaca, con sus talleres de química,de fotografía, de soldadura, de serigrafía etc.. en donde la didáctica estaba relacionada directamente con la producción de la obra)…(y por no decir también de la grande experiencia de Integración Plástica en la Ciudad Universitaria del D.F ) etc.
Y hablando de técnica y química de los materiales, no se pueden olvidar las investigaciones del pintor y escritor Gerardo Murillo (el legendario Dr. Atl) que, a comienzos del siglo entre otras cosas inventó los “Atl-Color” para poder pintar sobre papel, tela, muro y roca.
Y aunque prácticamente todos los grandes pintores del México post-revolucionario han puesto su atención sobre las técnicas y los materiales, para las inmensas pinturas murales y esculto-pinturas que se realizaban sobre los edificios públicos y privados, sin duda el más grande experimentador e investigador de nuevas técnicas y colores de la industria moderna ha sido David Alfaro Siqueiros, del que se inventariaron casi 400 escritos teóricos sobre estos temas.
David Alfaro Siqueiros ya en los primeros años ’20 pintó al encáustica sobre muro en México; luego en 1923 pintó varios murales en Los Ángeles, California, experimentando el fresco sobre cemento; en 1933 en Buenos Aires, Argentina, experimento por primera vez, junto a lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino con la pintura al Silicato y la Piroxilina…fue el primer pintor en utilizar la pistola mecánica (aerógrafo) y a experimentar con la pintura a la Vinelita; en 1944 fundó el “Taller de ensayo de Pintura y Materiales Plásticos” en el Instituto Politécnico Nacional de Ciudad de México junto al químico José Gutiérrez…de donde nació la fábrica de colores acrílicos “Politec”, que fueron usados prácticamente por todos los pintores muralistas del continente americano en todo el siglo XX (nosotros también pintamos con estos acrílicos en la Escuela Nacional de Arte Publico-Monumental – ENAPUM DAS- en Nicaragua en los años 80’s).
No es posible “olvidar” todo este capítulo del “Arte Occidental”…sin cuyo conocimiento difícilmente se puede entender lo que pasó luego en la posguerra, como durísima reacción imperial a esta especie de «Renacimiento Continental Americano“.
En 1936 David Alfaro Siqueiros fundó, en la ciudad de Nueva York, en el corazón de Manhattan, el “Siqueiros Experimental Workshop”, un taller de técnicas modernas del arte.
Entre los diferentes alumnos del taller había también Jackson Pollock, que en aquel entonces tenía 24 años.
El maestro Siqueiros experimentaba en aquel periodo con el uso del aerógrafo, con las nuevas pinturas sintéticas industriales, los diluyentes, con manchas, goteras etc. CON EL OBJETIVO CIENTIFICO DE AVERIGUAR LAS CALIDADES PROPIAS DE LOS MATERIALES COLORANTES INDUSTRIALES, LAS RESISTENCIAS, LAS COMPATIBILIDADES, LOS EFECTOS CONTROLABLES Y CASUALES (llamó algunas de estas acciones “Accidentes Controlados”) etc. OBVIAMENTE PENSANDO EN MEJORAR LAS TECNICAS DEL ARTE PUBLICO Y SOCIAL A NIVEL ARQUITECTONICO Y URBANO.
Evidentemente estas sus experimentaciones químico-físicas COMO MEDIO para las grandes pinturas murales, para el “muralismo cinematográfico” para la “poliangularidad” y la “Integración Plástica”…… fueron mal interpretadas…. y transpuestas por Jackson Pollock COMO FIN EXPRESSIVO….y por allí salió la famosa “action painting” y el “dripping”…
El dinero, luego, hizo el resto …
Apenas terminada la Segunda Guerra Mundial…BUM…nace por arte de magia el EXPRESIONISMO ABSTRACTO, “primer movimiento pictórico original de los Estados Unidos, en un momento en el que el centro del mundo del arte pasó de París a New York…… los directivos del MoMA se propusieron la tarea de mostrar al mundo que los estadunidenses no sólo habían ganado la guerra con las armas, sino que en Estados Unidos se producía el arte más representativo de su tiempo. Para ello, promovieron a un grupo de artistas vanguardistas: a los expresionistas abstractos. Un grupo de jóvenes pintores que, aunque se conocían entre ellos, eran independientes entre sí, cada uno embarcado en su propia experiencia estética. Durante los años 30 eran pobres y bohemios. Varios vivían en lofts del bajo Manhattan y eran beneficiarios de los fondos del Proyecto Federal de Arte”. http://www.jornada.unam.mx/2012/01/06/cultura/a02n1cul
Peggy Guggenheim fue su patrocinadora y durante el 1950 Pollock recibió apoyo económico también por el Congreso por la Libertad Cultural… Prácticamente desde el Expresionismo Abstracto en adelante, en los Estados Unidos de América nació una especie de Arte Oficial, una “Arte de Estado“… (Exactamente al revés de las «vanguardias históricas», siempre en contra de los poderes de cualquier tipo).
Qué casualidad que los pintores norteamericanos, desde entonces (como escribe Ball Philip en su libro “La invención del color” “llevasen a los extremos…fragmentos del conjunto…un minimalismo angustiado y autodestructivo… en la total ignorancia, o indiferencia, para los requisitos fundamentales de durabilidad de la obra”…
…mientras que los Proyectos de conocimiento de las técnicas y de la química de los materiales, de unidad, de «fusión» y de integración de las Artes, para la función arquitectónica-urbana y por un Proyecto de justicia social… de Walter Gropius y de David Alfaro Siqueiros fueron hechados a pique y hundidos……(el primero en Europa después de la primera guerra mundial y el segundo en América después de la segunda guerra mundial).
Todavía hoy se continúa (con el mal llamado arte contemporáneo)…sin ninguna duda…repitiendo y repitiendo los “fragmentos del conjunto” y él “minimalismo angustiado y autodestructivo“…
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