El Che Guevara era un apasionado de cubrecabezas, como el suscrito.
Contemplando las páginas de un libro fotográfico se nota como el Che ha usado de todo, desde las gorras de béisbol, hasta sombreros y boinas de vario tipo.
Llegando a Cuba en el 1956 y en los primeros tiempos de la Sierra Maestra se ve siempre con su gorra militar verde olivo.
Retrato de San Ernesto de La Higuera
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