El Padre Miguel d’Escoto Brockmann fue Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Estadista, político, dirigente comunitario y sacerdote, el Padre d’Escoto fue Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Nicaragua.
Durante el tiempo que ocupó ese cargo tuvo un papel fundamental en los procesos de paz de Contadora y Esquipulas, encaminados a poner fin a los conflictos armados internos de Centroamérica en la década de 1980.
También entonces promovió la decisión adoptada por su Gobierno en 1984 de presentar ante la Corte Internacional de Justicia una reclamación contra los Estados Unidos de América por apoyar actividades militares y paramilitares contra su país; la Corte Internacional de Justicia falló a favor de Nicaragua.
El Padre Miguel d’Escoto Brockmann logró una maravillosa síntesis política entre el Dialogo de Huexotzinco, la lógica dialéctica de la historia de Hegel, Marx, Mariategui y Sandino con la Constitución Pastoral “Gaudium et spes” del Concilio Vaticano II en la Revolución Popular Sandinista, aportando a la identidad y universalidad de la cultura nicaragüense, esencial y decisiva en los paradigmas revolucionarios del nuevo milenio en América Latina.
El padre Miguel fue siempre nuestro guía espiritual, sobre todo en los permanentes cruces de camino entre arte, revolución y sentido del ser.
Fue mi amigo y quizás fue el único nicaragüense que logró entender bastante de mis Investigación pictórica y experimentaciones artísticas. Se fue en el 2017.