Renace la escultura de los 500 años/CEMOAR

En este mes de noviembre de 2022 logramos rescatar la legendaria escultura titulada “500 AÑOS DE DESCUBRIMIENTOS RECIPOROCOS”, depositada por varios años (desde su traslado desde el CEMOAR en abandono) en el salón principal del Instituto de Historia de la Universidad Centroamericana – Managua (UCA).

Se trata de una obra impresionante, preciosa y absolutamente única en el panorama de las artes plásticas de los últimos decenios.

Sergio Michilini, “1492, EL DESCUBRIMIENTO DEL CAPITALISMO “, 1992, ensamblaje escultórico policromado, cm.230x120x60

Es un ensamblaje escultórico policromado realizado exactamente hace 30 años e inaugurado en octubre de 1992 en el marco del Encuentro Continental de los “500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular”.
Uno de los eventos de este Encuentro fue propiamente la maravillosa kermesse de inauguración de esta obra que integraba el Proyecto CEMOAR (“Centro de Espiritualidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero”, Km 15.5 Carretera Sur), donde 30 artistas de 13 países de Europa y de América realizaron pinturas murales, paneles de cerámicos, esculturas, mosaicos y decoraciones en un intento de integración total con la arquitectura preexistente de este Centro de Convenciones de la “Teología de la Liberación”.
Siendo que ya hemos llegado a los 530 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, y que, a partir de su rescate, recuperación, limpieza y restauración de estas semanas de 2022, esta obra está renaciendo a nueva vida, hemos decidido ponerle el título definitivo, qua ya aparecía en el reloj ancestral, de: “1492, DESCUBRIMIENTO DEL CAPITALISMO “(por parte de las poblaciones autóctonas de estas tierras de América).

ICONOGRAFIA DE LA OBRA

“1492, DESCUBRIMIENTO DEL CAPITALISMO “,

Se trata de una obra escultórica policromada realizada con la técnica del “ENSAMBLAJE “, es decir la de unir, acoplar, encajar varios elementos, especialmente piezas de madera, pero también metales, cosas u objetos de vario tipo de manera que ajusten entre sí perfectamente, normalmente haciendo que parte de uno entre en otro, al fin de crear una unidad expresiva “significante”, simbólica, metafórica, alegórica en referencia al tema central de los “500 AÑOS DE RESISTENCIA INDIGENA, NEGRA Y POPULAR”.


Por lo que concierne la POLICROMIA en esta obra tomamos en consideración el movimiento del espectador en el espacio de manera que desde lejos pudiera percibir unos ritmos abstractos de sensualidad plástica compleja y solamente acercándose pudiera ir descubriendo paulatinamente las formas tridimensionales de cada detalle y su significado

En otras palabras, los colores en esta obra tienen una doble función: romper visualmente las formas de los objetos individuales y crear una nueva UNIDAD EXPRESIVA de conjunto. Lo que equivale prácticamente a ver desde lejos una escultura policromada autónoma y en cierto sentido “abstracta” que es” desvelada” al acercarse y al descubrir paulatinamente la existencia de objetos y cosas “otras” con respecto a la percepción plástica inicial.

Desde lejos prevalecen las FORMAS PICTORICAS abstractas, mientras que de cerca son predominantes las FORMAS ESCULTORICAS como objetos definidos y reales: en cierto sentido LA PINTURA SE CONVIERTE EN ESCULTURA con el movimiento de acercamiento del espectador a la obra.

Fue un trabajo de construcción lento y meticuloso que he desarrollado durante tres años, desde inicios de 1989 hasta octubre 1992, ensamblando piezas artesanales que encontraba en mis “visitas de campo”, u objetos y fragmentos de árboles, herramientas de trabajo y artículos misceláneos “significantes”, anclados uno a uno con tornillos de acero, pernos, juntas y adhesivos especiales.

Objetos encontrados, como la culata de una escopeta con letras grabada del FSLN que fue seguramente usada durante la insurrección Popular contra la dictadura de Somoza; o como la placa de un vehículo con la fecha del año del triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979 etc.

Todo esto construido a partir de una “ batella lavandera ” o “tabla de lavar“, sobre la que se aplicó la culata del fusil encadenado, como esperanza que no sea necesario usarlo nunca más. A su lado hay un machete, que es la herramienta inseparable de los campesinos, para el trabajo y para la lucha o como arma de autodefensa, y en el lado izquierdo de la tabla de lavar la reproducción de la firma original de Cristóbal Colon.

A la derecha de la tabla hay varias esculturas artesanales en madera de balsa de Solentiname que representan aves del archipiélago, y en la esquina superior derecha, hay un “candil nicaragüense” (lámpara de queroseno) siempre encendida para iluminar el futuro. Y en el mero centro de la tabla de lavar sale un “molenillo” y una “paleta para cocinar” y en esta paleta hay reproducido un hermoso escrito que creíamos ser del Arzobispo sudafricano Desmond Tutu que dice: “Vinieron… Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “cierren los ojos y recen”. Y cuando abrimos los ojos ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia “. En realidad hoy sabemos que es una frase célebre de Eduardo Galeano.

Este bloque de objetos está asentado en una especie de “máquina diabólica” que forma la base estructural de la obra. Es una especie de pirámide con bajorrelieves precolombinos, que se convierte en la proa de un barco con un mascarón de proa en forma de “Serpiente Emplumada“, que prefigura los acontecimientos tras el “descubrimiento” del nuevo mundo.

En la cubierta de mando navega imponente un fraile con el “Fuego de San Antonio” en la cabeza, tal vez por la contaminación o intoxicación del accionar colonial. A los lados del fraile hay a la derecha unos tubos (¿cañones? fusiles?) y al otro lado un embudo (¿petróleo para la máquina diabólica?) … y junto con el fraile una Cruz hecha de alambre de púas.

Es el mismo alambre de púas que cuelga en el centro de gravedad de la parte superior de la escultura, con volutas barrocas que suavizan su significado de llegada de la “Propiedad Privada” en el continente americano. Esta trágica presencia del alambre de púas corre verticalmente paralelo a otro cable liso que cuelga como un péndulo de la ciencia y del conocimiento racionalista y positivista… es decir, ciencia y conocimiento para la Propiedad Privada, para el lucro y el pragmatismo utilitario.

Y finalmente en la parte superior de esta especie de catedral brotan lanzas, espadas, dagas, cuchillos, espinas y objetos de violencia, mezclados con herramientas de trabajo como la cuchara de albañil, entre telarañas en la parte posterior y, a la izquierda, una grande máscara de México atravesada por un “lampazo” como un símbolo de servidumbre y pérdida de identidad. Mientras que en el lado derecho hay la presencia de un reloj ancestral, con la inscripción “1492 Descubrimiento del Capitalismo” (obviamente por parte de los nativos) y “Que Amanezca, Que llegue la Aurora “.

Sergio Michilini, “1492, EL DESCUBRIMIENTO DEL CAPITALISMO “, 1992, ensamblaje escultórico policromado, cm.230x120x60

Lascia un commento

Il tuo indirizzo email non sarà pubblicato. I campi obbligatori sono contrassegnati *